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Muela picada, rota o podrida. Infecciones y tratamientos

Cuando descubres que tienes una muela picada normalmente, el principal síntoma es un dolor intenso al masticar y una molestia constante que no remite. Si notas esto, lo más recomendable es acudir a tu dentista de confianza cuanto antes para que examine la dentadura y vea si tienes alguna muela podrida o rota.

Una muela infectada no siempre se detecta con facilidad, de ahí la importancia de visitar con frecuencia la clínica dental y acudir a todas las revisiones periódicas. Si se detecta a tiempo este tipo de afecciones se puede corregir con rapidez y evitar que derive en un absceso periodontal o en otras enfermedades importantes.

¿Por qué se produce una muela picada, rota o podrida?

Son muchas las razones por las que se puede tener una muela picada, pero la principal sin duda es una higiene bucodental deficiente. La proliferación de bacterias permite que puedan llegar a la pulpa e infectarla, provocando gran cantidad de pus que poco a poco se va extendiendo hasta la raíz y las encías. Esa es la razón del dolor tan agudo que se produce al masticar. El origen de la infección puede suceder por distintas causas:

Caries

Es una de las principales causas de una muela picada o rota. Lo peligroso de esta afección es que puede estar actuando de manera totalmente invisible y cuando da la cara las bacterias ya han podido llegar a la pulpa. En ese caso, el empaste dental no basta, sino la endodoncia. Para evitar llegar a ese punto, si el profesional examina la pieza dental con antelación, podría detectar un principio de caries y corregirla de manera sencilla y rápida, evitando que continúe el proceso y derive en algo más grave.

Gingivitis y periodontitis

Si no se tratan a tiempo, las enfermedades periodontales pueden complicarse de tal manera que hay riesgo incluso de perder la pieza dental. La gingivitis se puede convertir en periodontitis, provocando lesiones importantes en el hueso maxilar y en las muelas, ya que las bacterias se acumulan bajo las encías en pequeños depósitos que se hacen cada vez más grandes según avanza la infección.

Traumatismos y lesiones

Cuando se recibe un golpe fuerte, los dientes pueden sufrir algún tipo de fisura o grieta prácticamente imperceptible por donde penetran las bacterias. En caso de rotura parcial, el riesgo de infección se eleva considerablemente. Ocurre lo mismo cuando hay una herida en el interior de la boca provocada por un objeto punzante, ya que está asegurada la entrada de bacterias y gérmenes por la herida.

¿Cómo detectar una muela picada?

Aparte del dolor intenso y continuado en la zona de la pieza afectada, hay otros síntomas que también podría sufrir la persona en caso de tener una muela infectada. Son estos:

  • Sensibilidad al frío y al calor en dientes y encías
  • Mal aliento.
  • Amargor en la boca.
  • Fiebre.
  • Dolor de garganta.
  • Dolor de oído y cabeza.
  • Mejillas, mandíbula o cara inflamadas.
  • Sangrado de encías.

¿Cómo se trata una muela picada?

Cuando el profesional ya ha determinado que hay infección en la pieza dental, lo primero es tratar de reducir el dolor del paciente y la inflamación que se ha producido por el aumento de pus. Si el odontólogo lo cree conveniente recetará antibióticos, analgésicos y algún enjuague bucal.

Una vez controlada la infección, el especialista procederá con la endodoncia o, en casos más extremos, también podría decidir la extracción de la pieza si no se puede hacer nada para salvarla, o también si la infección se ha producido en una muela del juicio.

Como hemos dicho, resulta fundamental acudir cuanto antes a la clínica dental si se tiene alguno de los síntomas descritos anteriormente, ya que, si la infección continúa su avance más allá de la pieza y los tejidos que la rodean, podría llegar al torrente sanguíneo aumentando la gravedad de la situación.

Cómo evitar la infección de muelas

Una buena higiene bucal es la mejor prevención posible, no solo para evitar la infección de muelas, sino cualquier otra afección. Sin duda es la mejor forma de evitar la proliferación de bacterias en la boca. Vamos a ver unos sencillos consejos para lograr unos buenos hábitos diarios de higiene bucodental:

  • Cepilla tus dientes tres veces al día y después de cada comida.
  • Utiliza hilo dental para eliminar los restos de comida entre los dientes.
  • Emplea enjuague dental para finalizar la higiene.
  • Cambia el cepillo cada tres meses.

Aparte de estas recomendaciones básicas sobre higiene dental, conviene recordar la importancia de visitar la clínica dental mínimo una vez al año (lo ideal es cada seis meses) y, ante cualquier síntoma o molestia en los dientes, mandíbula o encías, no esperar y acudir cuanto antes a que te examine el odontólogo. Es la única manera de prevenir cualquier problema y evitar que se complique.

En la clínica dental González Baquero estamos siempre a tu disposición para velar por tu salud bucodental. Ya sabes que disponemos del mejor equipo multidisciplinar, las instalaciones más modernas y las técnicas más avanzadas para resolver cualquier problema bucodental. Pide cita cuando lo necesites, te sentirás como en casa. Deseamos que paséis unas felices fiestas.

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