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De todos es sabido que durante estas fiestas comemos y bebemos en exceso y nuestro organismo se resiente por ese cambio repentino. Los dientes no son una excepción y si no tomamos las medidas adecuadas pueden sufrir especialmente las consecuencias de esos excesos. Nuestros cuidados deberían ser directamente proporcional al exceso que hacemos con ellos. Dado el elevado índice de azúcares que ingerimos en Navidad, sobre todo por los turrones, producto que sólo consumimos estas fechas, tenemos que poner especial atención en lavarnos los dientes después de cada comida.

El azúcar es el principal culpable de la caries en nuestros dientes, así como el deterioro de los empastes y esmaltes. El abuso del alcohol y las bebidas carbonatadas tampoco benefician en nada a nuestra salud bucodental, de ahí que si en estas fiestas no aumentamos los cuidados podemos tirar por la borda una correcta higiene dental que hemos desarrollado durante el resto del año. En caso de poder elegir entre un turrón u otro, el menos agresivo con nuestros dientes es el turrón duro, ya que el de chocolate o el blando son los que más azúcar tienen. También es aconsejable el consumo de chocolate negro por sus propiedades antioxidantes y el de aceite de oliva, que deja una película invisible en nuestros dientes que los protegen de las bacterias.

Pero lo más importante es que si vamos a comer fuera de casa llevemos un pequeño estuche con un cepillo, pasta e hilo dental, para no perder la rutina del cepillado al menos tres veces al día. Si no es posible siempre es mejor mascar chicle sin azúcar para que la saliva que generemos proteja nuestros dientes hasta que podamos cepillarlos en condiciones. Con estos simples consejos nuestros dientes estarán más sanos y fuertes durante estas Navidades.

 

 

 

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