Aunque muchas personas piensan que la estética es lo más importante en una sonrisa, lo cierto es que una mordida perfecta está mucho más relacionada con la salud que con la apariencia.
Una mordida adecuada garantiza que los dientes se mantengan perfectamente alineados, de manera que puedan funcionar correctamente, influyendo en tanto nuestra capacidad para masticar y hablar como en la forma en la que respiramos.
Pero, ¿sabes realmente qué se considera una mordida perfecta en odontología? ¿Cuáles son sus beneficios? Y si no tienes una mordida ideal, ¿qué opciones de tratamiento existen para corregirla? A continuación, te explicamos qué es una mordida perfecta en odontología y cuáles son los tratamientos más efectivos, de manera que puedas mejorar tanto tu salud dental como tu calidad de vida en general.
¿Qué se considera una mordida perfecta en odontología?
Cuando hablamos de una mordida perfecta en odontología, nos referimos a una relación óptima entre los dientes superiores e inferiores cuando se cierra la boca., lo que también se conoce como oclusión dental ideal. Pero, ¿qué implica realmente?
- Los dientes superiores cubren ligeramente los dientes inferiores en la parte delantera.
- Los molares de ambas arcadas encajan de manera exacta en sus respectivas posiciones.
- No debe haber ningún diente superior o inferior que excesivamente adelantado o retrasado.
- No debe haber grandes espacios entre los dientes cuando se cierran.
- La mordida debe distribuir de manera equilibrada la presión durante la masticación, evitando que ciertas áreas sufran un desgaste excesivo o una tensión indebida.
Más allá de ser una cuestión estética, no tener una mordida perfecta puede generar una serie de problemas a largo plazo, incluyendo un desgaste dental irregular, dolores de cabeza crónicos, problemas en la articulación temporomandibular (ATM) y dificultad para masticar. Incluso puede llegar a afectar a la postura y causar dolores en la espalda y en el cuello.
Una forma sencilla de comprobar si tienes una mordida perfecta es cerrando la boca de manera natural. Si todos los dientes se tocan de manera uniforme y no sientes que ningún diente se encuentra desalineado o fuera de lugar, probablemente estés cerca de tener una mordida ideal. Sin embargo, para tener un diagnóstico preciso, siempre es recomendable acudir a un odontólogo especializado.
Beneficios de una mordida perfecta
Algunos de los principales beneficios de una mordida perfecta son los siguientes:
- Mejora la masticación y digestión: una mordida perfecta permite descomponer los alimentos de manera eficiente, facilitando la digestión y la absorción de los nutrientes.
- Previene problemas dentales y de encías: distribuye la presión de forma uniforme, reduciendo el riesgo de caries, fracturas y enfermedades de las encías.
- Reduce el dolor y la tensión mandibular: alivia los dolores de cabeza y migrañas causados por una mala alineación de los dientes.
- Mejora la pronunciación y el habla: facilita la pronunciación de los sonidos, aumentando la claridad y la confianza al hablar.
- Aumenta la estética y la confianza: una mordida perfecta hace que la sonrisa sea más bonita, aumentando la autoestima y la confianza en uno mismo.
Clases de mordida en odontología
Actualmente, podemos diferenciar entre diferentes clases de mordida en odontología. Para saber si necesitamos tratamiento, lo ideal es recibir un diagnóstico adecuado:
Mordida ideal o normoclusión
También conocida como normoclusión, la mordida ideal es la que todos deberíamos tener. Los dientes superiores e inferiores se encuentran alineados de manera que, al cerrar la boca, encajan perfectamente.
No hay apiñamientos, espacios excesivos ni desajustes en la alineación de los dientes, permitiendo una función óptima de los dientes y las mandíbulas.
Mordida cruzada
La mordida cruzada ocurre cuando los dientes superiores no caen correctamente sobre los inferiores al morder. Este problema puede ser anterior, posterior o ambos, y puede afectar a un solo diente o a varios.
Suele ser habitual en personas con un maxilar superior estrecho o dientes desalineados. El problema es que si no se trata, puede causar un desgaste dental desigual y problemas en la ATM.
Mordida abierta
La mordida abierta se caracteriza por la falta de contacto entre los dientes frontales superiores e inferiores cuando la boca está cerrada, haciendo que morder o cortar alimentos con los dientes frontales sea más complicado. Muchas veces se relaciona con hábitos como el uso prolongado del chupete o chuparse el dedo en la infancia.
Sobremordida
La sobremordida, también conocida como mordida profunda, se produce cuando los dientes superiores cubren en exceso a los dientes inferiores. Aunque una ligera sobremordida es normal, si es excesiva puede llegar a causar problemas como el desgaste dental y la tensión mandibular. Además, en casos graves, los dientes inferiores pueden llegar a tocar el paladar, causando daño y dolor.
Mordida borde a borde
En la mordida borde a borde, en lugar de encajar perfectamente, los dientes superiores e inferiores se encuentran directamente uno frente al otro al cerrar la boca, lo que puede causar un importante desgaste en los bordes de los dientes e, incluso, llevar a fracturas y otros problemas dentales.
Mordida en tijera
La mordida en tijera es un tipo de mordida cruzada en la que los dientes superiores sobresalen de tal manera que no tienen contacto con los dientes inferiores, pudiendo provocar desgaste dental y problemas severos en la masticación.
Tratamientos para una mordida perfecta
Los avances en odontología han hecho que, actualmente, sea posible tratar prácticamente cualquier tipo de desalineación dental. Los más destacados son los siguientes:
Ortodoncia
El tratamiento más conocido para corregir una mordida imperfecta es la ortodoncia, siendo la opción más común los brackets tradicionales, especialmente en casos severos. Además, en los últimos años, los brackets metálicos han ido evolucionando y hoy en día son más pequeños y cómodos que antes.
Además, existen opciones estéticas como los brackets de cerámica o los alineadores transparentes (como Invisalign), que son menos visibles y más cómodos para los pacientes.
Cirugía ortognática
En aquellos casos en los que la mordida se encuentra significativamente afectada por la estructura ósea de la mandíbula, puede que sea necesaria la cirugía ortognática, una intervención quirúrgica que implica mover los huesos de la mandíbula superior, inferior o ambos. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general y normalmente requiere de una recuperación de varias semanas.
Coronas y carillas dentales
Para aquellos con problemas de mordida que también afectan a la forma o la apariencia de los dientes, las soluciones más habituales suelen ser las coronas y carillas dentales. Capas que se adhieren a la parte frontal de los dientes para mejorar su apariencia y alineación.
Expansores palatinos
En niños o adolescentes con mordidas cruzadas o apiñamiento severo, los expansores palatinos suelen ser una opción muy eficaz. Este dispositivo se coloca en el paladar y se utiliza para ensanchar el maxilar superior, creando más espacio para los dientes y mejorando la alineación general.
Retenedores
Después de cualquier tratamiento de ortodoncia, es recomendable usar retenedores para mantener los dientes en su nueva posición. De lo contrario, existe el riesgo de que los dientes vuelvan a su posición anterior. Pueden ser fijos o removibles.Como puedes ver, una mordida perfecta no solo es una cuestión de estética, sino de salud y bienestar general. Por eso, recuerda que siempre es recomendable consultar con un especialista en ortodoncia para determinar el mejor tratamiento para tu caso específico. ¡No esperes más para lucir una sonrisa sana y bonita!