El liquen plano oral es un trastorno inflamatorio crónico de las mucosas orales que puede manifestarse de muy diversas formas, desde pequeñas lesiones casi imperceptibles, hasta síntomas más dolorosos que pueden resultar molestos a la hora de comer, beber o hablar.
Recibe su nombre por el parecido de las lesiones con los líquenes vegetales. Sin embargo, más allá de la estética, lo cierto es que puede llegar a ser muy incómodo e incluso debilitante en algunos casos, pudiendo afectar significativamente a la calidad de vida de las personas que la padecen.
En la gran mayoría de los casos no es letal, pero algunos pacientes pueden terminar desarrollando cáncer oral, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico temprano que permita prescribir el tratamiento adecuado.
¿Qué es el liquen plano oral?
El liquen plano oral es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente a las mucosas de la boca. Una condición autoinmune que hace que el propio sistema inmunológico ataque por error a las células de la mucosa bucal y que suele darse con mayor frecuencia en mujeres de mediana edad. No obstante, también puede aparecer en hombres.
Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, es más habitual encontrarlo en la cavidad oral en forma de manchas blancas, lesiones rojas inflamadas o llagas abiertas. Desarrollándose generalmente en las encías, las mejillas internas, el paladar o incluso en la lengua.
A pesar de ser una condición crónica, puede manifestarse en brotes, pudiendo haber momentos en los que los síntomas sean más evidentes y molestos, seguidos de periodos de remisión. En cualquier caso, no es contagiosa, por lo que no se transmite de una persona a otra, ni por contacto directo ni a través del aire.
Liquen plano oral: causas más habituales
En la actualidad, las causas del liquen plano oral siguen siendo bastante desconocidas. Lo que sí se sabe es que se trata de una enfermedad autoinmune en la que influyen ciertos factores:
Factores autoinmunes
En los trastornos autoinmunes, el sistema inmunológico comienza a atacar los tejidos sanos. En el caso del liquen plano oral, se ataca la mucosa de la boca, provocando inflamación y la formación de lesiones.
Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué ocurre, se cree que podría estar relacionado con la predisposición genética de algunas personas para desarrollar esta enfermedad.
Factores desencadenantes
Existen ciertos factores que pueden desencadenar o agravar los síntomas de la enfermedad. Por ejemplo, algunos medicamentos relacionados con la hipertensión o los antiinflamatorios. Además, el estrés emocional y físico ciertos alimentos o productos dentales como pastas de dientes con alto contenido de agentes químicos también son un desencadenante frecuente.
Infecciones virales
Se ha especulado que algunas infecciones virales, como la hepatitis C, podrían estar relacionadas con el desarrollo del liquen plano oral. Pese a que esta conexión no ha podido probarse, hay estudios que han mostrado una mayor prevalencia de liquen plano en pacientes con hepatitis C, por lo que se trata de un factor que los profesionales de la salud suelen tener muy en cuenta.
Factores genéticos y ambientales
Aunque no se ha identificado un patrón hereditario claro, hay personas que parecen tener cierta predisposición genética a desarrollar el liquen plano, especialmente en familias con tendencia a sufrir enfermedades autoinmunes.
Pero también existen factores ambientales como la exposición a las toxinas o a ciertos químicos que también pueden influir en la aparición de la enfermedad.
Liquen plano oral: síntomas más comunes
Mientras que algunas personas pueden no presentar molestias evidentes, otras experimentan dolor intenso, llegando incluso a impedirles hacer vida normal, lo que hace que, al principio, sea complicado identificar los síntomas del liquen plano oral. No obstante, hay ciertos síntomas que se repiten con mayor frecuencia:
Lesiones blancas
Una de las señales más comunes del liquen plano oral son las lesiones blancas reticuladas que se forman en las mucosas de la boca, pudiendo aparecer en las mejillas internas, las encías, la lengua e incluso en los labios. Generalmente no causan dolor, pero en algunos casos pueden llegar a provocar ardor o molestias al comer alimentos picantes o ácidos.
Llagas o úlceras dolorosas
En algunos pacientes, el liquen plano oral puede manifestarse en forma de llagas abiertas o úlceras que pueden resultar ser bastante dolorosas. Suelen aparecer en los mismos lugares que las lesiones blancas y pueden generar dolor a la hora de comer o beber. En estos casos, es recomendable buscar atención médica, ya que el dolor puede volverse debilitante cuando no se trata.
Encías inflamadas
Otro síntoma habitual es la inflamación de las encías, una condición conocida como gingivitis descamativa, lo que, además de provocar dolor y enrojecimiento, también puede hacer que las encías se retraigan, aumentando el riesgo de sufrir problemas dentales adicionales. Y, en algunos casos, pueden sangrar con facilidad al cepillarse los dientes o al comer.
Sensación de ardor o picazón
Algunos pacientes describen una sensación de ardor o picazón constante en la boca, incluso cuando no hay llagas o úlceras visibles. Un síntoma que puede llegar a ser persistente y empeorar al ingerir ciertas bebidas o alimentos, especialmente aquellos que son muy calientes, picantes o ácidos.
Cambios en la textura de la mucosa
En algunos casos, la textura de la mucosa de la boca puede cambiar, volviéndose más gruesa o rugosa, lo que puede dificultar la masticación o incluso el habla. Además, cambios en la textura de las encías o la lengua también pueden ser señal de que el liquen plano se encuentra en una fase más avanzada.
Tratamiento para el liquen plano oral
Actualmente no existe una cura definitiva para el liquen plano oral. Sin embargo, existen ciertos tratamientos disponibles que pueden ayudar a aliviar los síntomas, controlar los brotes y evitar complicaciones, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.
- Corticoesteroides tópicos y sistémicos: los corticoesteroides son el tratamiento más común para el liquen plano oral. Reducen la inflamación y se aplican como geles o enjuagues bucales. En casos graves, se administran de forma sistémica (oral). Los corticoesteroides tópicos son preferidos debido a su efectividad y menores efectos secundarios.
- Inmunosupresores: cuando los corticoesteroides no son efectivos, los médicos pueden recetar inmunosupresores para reducir la actividad del sistema inmunológico y evitar que ataque a la mucosa oral. Sin embargo, presentan un mayor riesgo de infecciones, por lo que solamente se prescriben en casos severos.
- Tratamientos tópicos: también pueden utilizarse otros tratamientos tópicos como retinoides e inhibidores de calcineurina para acelerar la curación. Pero los enjuagues bucales con anestésicos locales también son muy eficaces para aliviar el dolor antes de las comidas.
- Cambios en la dieta y cuidados dentales: es muy importante mantener una dieta saludable y una buena higiene bucal, siendo recomendable evitar los alimentos ácidos, picantes o muy calientes. Además, se aconseja el uso de productos de higiene bucal suaves y realizar visitas regulares al dentista para prevenir infecciones.
- Control del estrés: el estrés también puede desencadenar brotes de liquen plano. En este sentido, aprender técnicas de meditación, yoga o terapia psicológica puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los brotes.
En definitiva, aunque no se trata de una enfermedad grave, el liquen plano oral puede llegar a afectar significativamente la vida diaria de quienes lo padecen. Por eso, si presentas algunos de los síntomas que acabamos de explicar, te recomendamos acudir a un especialista lo antes posible para que pueda realizar un diagnóstico adecuado e iniciar un tratamiento que te ayude a controlar los síntomas.